POR Constanza Garcia.

Todos nos hemos acostumbrado a no pensar nada que tenga un poco de dificultad , lo mediato de la información, las fotos y la tele nos hacen sentir que todo está listo; pero en realidad sólo estamos corriendo en círculos y no precisamente codificando lo que hay afuera , si no, segmentándolo y alejando todo entre si.  Para nadie es ajeno que los modelos que seguimos como parte de la masa no son precisamente integrales y gracias a eso es muy difícil encontrar un solo lugar donde se encuentren todos nuestros intereses y más aun, aceptarlo.

En el último tiempo internet nos ha demostrado que somos parte de un mar similar que creemos sofisticado e interconectado por nuestros intereses, es el escenario ideal para mostrarnos perfectos, pero no tomamos en cuenta que esto es un riesgo, no pensamos en que incluso la más pequeña acción, pensamiento o sentimiento, produce ondas infinitas en este vasto mar de energía. Somos responsables de generar influencias en el mundo y no le tomamos el peso porque muchas veces esto se encuentra fuera del espectro de los cinco sentidos.

No quiero ponerme mística, pero me costó – al igual que a muchos- comprender que no somos sólo piel y huesos, somos un lienzo inmaculado donde todo fluye e influye. Tenemos la ventaja por sobre muchos seres en la tierra: nos comunicamos, tenemos poder por sobre otros y aunque algunos – lamentablemente- no aplican esto, somos pensantes y creadores; dicho esto ¿por qué aun no hemos despertado y nos hemos dado cuenta de que todo está conectado?

La respuesta es simple, por nuestra educación y vivencias hemos creído que todo merece clasificación y cosificación para poder ser comprendido; somos cada vez más concretos y nos sorprendemos de que alguien tenga algo más que decir que vestirse bien o tomarse la ultima selfie, y , obvio, en vez de tratar de aprender sobre eso, lo ridiculizamos (así como muchos deben estar haciendo lo mismo conmigo por haberlo escrito), pero lamento decir que gracias a esto nos hemos limitado en nuestras creaciones, opiniones y gustos; nos hemos vuelto cada vez menos participativos en cualquier cosa que tenga que ver con algo más que la superficialidad, abstenemos nuestras opiniones y cada vez mas prejuicioso con alguien que agrega un poco mas que una simple imagen. Nos asustamos de cuestionar y ser diferentes, nos asusta la evolución.

En el fondo sabemos que la vida es mucho más que caminar por la calle pensando en nuestras ambiciones y nos choca cuando alguien nos enfrenta a la realidad. Visión, sexo, comida, amor, conversación; todo es una pequeña molécula para formar el pequeño mundo en el que somos parte. Ser limitados sólo nos lleva al fracaso, el verdadero futuro no tiene límites, por lo tanto nuestras mentes tampoco. Usémoslas.